La bisutería se ha vuelto muy popular, ya que es una forma económica de usar accesorios variados y originales con tus atuendos. El principal problema con este tipo de joyería, es que los materiales suelen deteriorarse y perder brillo en poco tiempo.

El zamak es uno de los materiales más utilizados en la bisutería, ya que tiene un precio asequible, además de una excelente resistencia y dureza. Esta aleación es muy maleable, soporta el uso intensivo y permite diseñar piezas personalizadas o usarse en el chapado de joyas de plata.

Existen distintos tipos de zamak, con propiedades distintas, siendo más o menos útiles para la fabricación de bisutería. Si estás interesado en estas piezas, debes conocer todas las características del zamak, sus ventajas así como el cuidado que requiere este tipo de accesorios.

¿Qué es el zamak?

Esta es una aleación entre varios metales (zinc, aluminio, magnesio y cobre), que se caracteriza por tener una buena dureza así como gran resistencia a la tracción. Por otra parte, es deformable plásticamente y es muy fácil de inyectar y pulir.

Además, el zamak se puede pintar o cromar y soporta muy bien tanto golpes como roces. Esto hace que sea un material muy versátil, utilizado tanto para hacer piezas de automóviles, electrónicas, eléctricas, decoraciones aplicadas a bolsos y en la joyería.

El zamak tiene un color gris muy semejante a la plata, pero suele ensuciarse mucho menos que este metal. Entre algunas de las características más resaltantes de este material, destacan:

  • Es totalmente libre de níquel.
  • Contiene proporciones muy pequeñas de cadmio y plomo.
  • Material 100% reciclable.
  • Temperatura de fundición entre 400 a 420 °C.
  • No se puede soldar.
  • Las piezas fabricadas por procesos de inyección reproducen cada detalle de los moldes.
  • No soporta altas temperaturas en presencia de la humedad.
  • Mantiene estable su color en el tiempo.

En el caso de la joyería, se usa como material de bisutería para hacer chapado de piezas de plata, lo que permite un acabado más fino. Esto también ayuda a evitar las alergias dérmicas de algunas personas a la plata y es hipoalergénico, al no contener metales pesados.

Por otra parte, al ser tan fácil de fundir o inyectar, es posible diseñar piezas personalizadas, con detalles elaborados. También el material permite hacer acabados muy limpios, por lo que cada joya tiene un aspecto muy elegante y perfecto.

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Tipos de zamak

Este material fue patentado en Estados Unidos en 1926, en la primera aleación conocida como Zamak 1, la cual contiene principalmente zinc. Los otros materiales están en proporciones mucho menores, con 4% de aluminio, 3% de cobre y apenas 0,1% de magnesio.

Posteriormente, se han venido desarrollando nuevas aleaciones, con contenidos diferentes de los metales. Cada una tiene propiedades ligeramente diferentes y suelen utilizarse preferiblemente en distintas regiones del mundo. Los tipos o aleaciones de zamak más usados, son:

Zamak 2

Contiene de 3,5 a 4,3% de aluminio, 2,5 a 3% de cobre y 0,02 a 0,5% de magnesio, con muy pequeñas cantidades hierro, plomo, cadmio y estaño. El resto de la aleación es zinc y sigue manteniendo una alta dureza y resistencia con el paso del tiempo.

Es usado principalmente en la fabricación de piezas para moldes como hormas para zapatos o en el modelado de defensas de los coches. También es utilizado en bisutería, siendo más extendido su uso en zonas geográficas fuera de Europa.

Zamak 3

Esta aleación tiene un menor contenido de cobre (0,25 %), lo cual la hace muy estable y brinda muy buenos resultados en procesos de chapado y cromado. Se recomienda su uso en piezas que son complejas por los detalles que presentan o cuando se necesitan contornos agudos, ya que es muy maleable.

Es la aleación más usada en China y los Estados Unidos, por sus propiedades físicas y mecánicas, que le dan gran estabilidad para mantener las dimensiones a largo plazo. Con una buena dureza y resistencia a la tracción, es empleada para fabricar piezas con un alta grado de dificultad.

Zamak 5

Este material contiene una mayor proporción de cobre (0,75 a 1,25%) que el zamak 3, por lo que cuenta con una mayor resistencia. En contrapartida es menos maleable, pero soporta mejor la tracción y tiene excelentes resultados en acabados y recubrimiento.

Además, el Zamack 5 es tiene una muy buena dureza y soporta bien la corrosión, con una mejor estabilidad dimensional que otras aleaciones. En Europa es el tipo de zamak más utilizado para fabricación de diversas piezas, incluida la bisutería, ya que soporta muy bien el paso del tiempo.

Zamak 7

Esta aleación se considera una modificación del Zamak 3, con un menor contenido de magnesio (0,005 a 0,02%), por lo que se considera de gran pureza. Con esto se aumenta la ductilidad y fluidez del material al momento de la fundición.

Es usado preferiblemente para la fabricación de piezas de hardware o cuando se requieren piezas, las cuales posteriormente serán prensadas. También se suelen fabricar algunos utensilios y electrodomésticos para el hogar de uso intensivo, como extractores o exprimidores.

Zamak 8

En este caso, el aluminio se encuentra en mayor proporción (8 a 8,8%) que en otras aleaciones y, por tanto, es posible fundirlo en una cámara caliente. Tiene las mejores propiedades de acabado y recubrimiento así como una excelente dureza y resistencia.

Es muy utilizado para las aplicaciones decorativas, principalmente por su buen acabado y el hecho de que se pinte con facilidad. En joyería se puede usar para el chapado así como para crear piezas muy detalladas.

¿El zamak se oxida?

Sí, el zamak puede oxidarse al estar expuesto al aire, debido al contenido de zinc de la aleación, pero esto no va a dañar la pieza. Lo que ocurre es que se va depositando una capa, la cual ayuda a proteger la aleación de la corrosión.

No obstante, el proceso de oxidación hace que el zamak suela oscurecerse al contacto con la piel o al aire. Por tanto, lo recomendable es guardar tus piezas de bisutería en bolsas y en lugar que esté seco y fresco, además de que no incida la luz, a fin de evitar que se oscurezcan más por la oxidación.

¿El zamak se puede mojar?

Lo más conveniente es no mojar las piezas de bisutería de zamak si no es para limpiarlas, ya que pueden oscurecerse y perder su  brillo. Por tanto, es recomendable quitarte cualquier joya al momento de lavarte las manos, ya que el jabón también puede afectar su aspecto.

El cloro disuelto en el agua puede llegar a afectar a la pieza y producir algún tipo de corrosión, por lo que conviene usar agua pura para limpiarlas. Además, nunca mojes tus joyas con agua de mar, ya que la sal terminará causando daños a la misma ni las sometas a la acción de productos químicos abrasivos.

¿Cómo limpiar zamak sin dañarlo?

El zamak es un material muy resistente, que suele ensuciarse mucho menos que la plata y soporta bastante bien los golpes. Sin embargo, para mantener la pieza en buen estado por más tiempo, conviene que tengas algunos cuidados al limpiar tus joyas:

  • Nunca utilices materiales abrasivos para la limpieza de la bisutería de zamak.
  • Usa agua y jabón neutro, frota con un cepillo blando y seca muy bien, para eliminar la humedad.
  • Puedes utilizar un limpiacristales aplicado con un paño suave para eliminar la suciedad y dar más brillo. También una pasta de bicarbonato, frotar con el cepillo, quitar y secar.
  • Una buena mezcla puede ser agua con vinagre blanco aplicada con un paño húmedo, luego eliminar los restos y secar con un paño seco.
  • Nunca seques tus piezas de zamak con toallas de papel o esponjas que sean un poco abrasivas, ya que puede causar rayones en la superficie.
  • Guarda las piezas limpias y totalmente secas en bolsas de celofán u organza.
  • Coloca la bisutería de zamak en un lugar seco y que no reciba directamente la luz.
  • No dejes las piezas almacenadas por largo tiempo sin uso o mantenimiento, ya que suelen perder brillo.