Las piedras espirituales han sido usadas durante siglos para la curación de padecimientos físicos y mentales, aprovechando la energía espiritual que almacenan. Existen gran variedad de cristales alrededor del mundo, cada uno con una composición y significado diferente, pero con un mismo propósito, el de sanar el cuerpo y alma.

Entre ellos se halla un mineral muy apreciado tanto por su aspecto como por su poder, cuyo origen se remonta al inicio de las civilizaciones antiguas, donde fue nombrado como malaquita, por su llamativo color verde similar a las hojas de la Malva y su baja dureza.

Son muchas las virtudes atribuidas a la malaquita por varios pueblos, tanto como objeto ornamental, amuleto y fuente de sabiduría. Si quieres saber más sobre esta piedra asociada con la transformación espiritual, te invito a que sigas el texto a continuación.

Composición y origen de la malaquita

La malaquita es una piedra fascinante que varía del verde pálido al verde más intenso, pertenece a la familia de los carbonatos. Es típico hallarla en las zonas de oxidación superficial de los yacimientos de cobre.

Su dureza oscila entre 3,5 y 4 en la escala de Mohs, por lo que se considera relativamente suave, fácil de rayar y soluble en ácido.

En estado natural se halla con un relieve irregular, fibroso o granular. Sin embargo, cuando se pule, se pueden apreciar una serie de anillos dispuestos de forma concéntrica, que realzan sus diversas tonalidades color verde.

La malaquita a través de la historia

Desde hace unos 6.000 años, la malaquita ya era explotada en los yacimientos de cobre de los países del Este. Actualmente, los principales depósitos de este mineral se encuentran en Chile, el Congo, Australia, Francia, Brasil, Rusia, Estados Unidos y Zaire.

La malaquita siempre ha sido considerada una piedra muy poderosa. Por ejemplo:

  • En el antiguo Egipto: era asociada a la diosa de la fertilidad y a la diosa protectora de la maternidad, siendo utilizada entonces para proteger a mujeres y sus hijos. También se utilizó como pigmento en polvo en la decoración de frescos y como maquillaje para ojos, porque tenía el poder de curar infecciones oculares.
  • Los romanos: su uso principal estuvo orientado a la elaboración de ornatos y polvos medicinales. Era costumbre que las mujeres embarazadas colgaran piedras de malaquita alrededor de su vientre para aliviar los malestares y proteger a sus bebés, en cambio, los hombres la utilizaran como talismán para protegerse de los rayos y accidentes.
  • Durante la Edad Media: la malaquita fue usada como amuleto para proteger contra el mal de ojo, comunicarse con los animales y para tratar los dolores estomacales.
  • La tradición árabe: la utilizó como talismán, cuyo poder era el de otorgar el don de la persuasión, es decir, quien la portara podía sobrellevar con sabiduría los obstáculos para la obtención de un objetivo.

Actualmente, la malaquita tiene usos en la fabricación de joyas por su belleza y propiedades. De igual forma, es empleada en la elaboración de objetos ornamentales, además no es raro observarla incorporada en diferentes diseños arquitectónicos del arte contemporáneo.

Hoy en día (como sucedió en épocas pasadas), a esta fina piedra se le han atribuido virtudes que van más allá de su fascinante belleza. Y es que la malaquita tiene un inmenso poder a nivel emocional, físico y espiritual.

Esta piedra verde es reconocida por su capacidad de curar los desequilibrios emocionales, calmar molestias y dolencias gracias a sus propiedades medicinales e incluso puede funcionar como escudo energético para la protección contra las malas energías.

“La realidad de la malaquita, es que ya sea en el presente o pasado, es una de las piedras más poderosas que hayan existido”.

Poderes espirituales de la malaquita

Se dice que la malaquita es símbolo de calma, transformación y protección, ya que esta piedra neutraliza las energías negativas y nos hace vivir en un ambiente más armonioso y lleno de paz. Para alcanzar este estado de armonía eventualmente es necesario transcurrir por una transformación o afrontar alguna transición con fortaleza.

La malaquita resulta el aliado ideal para aquellos momentos de nuestra vida en los que estemos atravesando por algún cambio, ya sea voluntario o no. Estos cambios pudieran ser iniciar un nuevo empleo, superar una ruptura amorosa, aceptar el reto de una mudanza, e incluso afrontar alguna pérdida.

En estos momentos tendemos a sentirnos inseguros y vulnerables, pero para eso podemos apoyarnos en el uso de la malaquita para adquirir la energía necesaria que nos ayudará a atravesar el proceso con mayor sabiduría.

“Recordando el inmenso poder que se almacena en esta piedra, se recomienda siempre aplicarla bajo la supervisión de un especialista”.

El chakra del corazón es el equilibrio entre lo espiritual y lo material, cuando este se encuentra cerrado y desequilibrado, se manifiesta en emociones negativas. En consecuencia, sentimientos como el ego, la envidia, el miedo irracional y la insensibilidad ante lo que nos rodea o al amor, pueden estar relacionadas con alguna experiencia traumática.

Para tratar este shock emocional se recomienda el uso de la malaquita, dado que la misma es capaz de conectar con el chakra del corazón. La energía contenida en esta piedra verde contribuye a que este chakra vuelva a abrirse a través de la reconstrucción del equilibrio emocional, lo que ayuda a lograr una armonía perfecta entre mente y cuerpo.

¿Cómo aprovechar al máximo las propiedades espirituales de la malaquita?

  1. Llevar una pulsera o collar de malaquita, para alejar las malas vibras.
  2. Meditar con la piedra de malaquita entre las manos, esto ayudará a despejar la mente para actuar y enfrentar los cambios con serenidad.
  3. Colocar este mineral sobre la mano izquierda o sobre el tercer ojo, para aprovechar al máximo el poder y la sabiduría que nos aporta.
  4. Colocar la piedra sobre el plexo solar, para que la misma absorba todas las energías negativas que hay en el cuerpo y podamos sentirnos en paz.

¿Qué piedras asociar con la malaquita?

Se aconseja utilizar la malaquita sin asociarla a alguna otra piedra, al ser una piedra con gran poder energético se sostiene por si sola.

En caso de combinarla con alguna otra piedra por razones de deseo o estética, debe tenerse en cuenta que los efectos serán menores. Pero aún más importante, es tener cuidado de no juntar la malaquita con piedras dinamizadoras como ojo de tigre o jaspe rojo, porque los poderes podrían invertirse.

¿Cómo limpiar y recargar la malaquita?

Colocar la malaquita debajo del agua, preferiblemente un arroyo, cascada o manantial, aunque también es seguro pasarla por el agua del grifo. Esto logrará una limpieza rápida y efectiva, para luego secarla con algún paño suave, con lo que se evitará causar rayaduras sobre la piedra.

Para recargar su energía será suficiente colocarla bajo el sol por unas horas. No obstante, es más recomendable darle una noche bajo la luna llena.

Una buena recarga y limpieza de la malaquita puede incluir difuminarla, es decir, dejar que el humo de un incienso o de hojas secas aromáticas de tu preferencia, purifiquen esta piedra preciosa.